Estos figurines pertenecen al vestuario diseñado por Pedro Moreno para la obra In Nomine Dei, de José Saramago, estrenada el 12 de diciembre de 2007 en el Teatro Central de Sevilla, producida por el Centro Andaluz de Teatro, y dirigida por José Carlos Plaza.
El argumento de la obra se centra en un conflicto entre católicos y protestantes en el siglo XVI, en la ciudad de Münster, al norte de Alemania. La obra era un alegato contra aquellos fanatismos que con tanta facilidad llevan a los seres humanos a matar y dejarse matar. Es otro trágico capítulo de la larga e irremediable historia de la intolerancia humana.
Pedro Moreno está hoy considerado como uno de los mejores figurinistas del panorama teatral europeo. Entre 1968 y 1985 trabajo como diseñador de alta costura en el taller de Elio Bernhayer, dedicándose después al teatro de manera exclusiva. Ha trabajado con los grandes directores de escena: José Luis Alonso, José Carlos Plaza, José Tamayo, Guillermo Heras, Pilar Miró, etc.
En cine ha obtenido dos goyas al mejor diseño para vestuario con El Perro del Hortelano (Pilar Miró, 1997) y Goya en Burdeos (Carlos Saura, 2000). Igualmente posee un Premio Max, de las Artes Escénicas por Pelo de Tormenta, de Francisco Nieva, dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente (1998)
Una pieza muy interesante, porque el figurinista lo es (qué exquisitez y donosura el vestuario de El perro del hortelano, por ejemplo), porque el autor de la obra lo merece, y porque la obra, que desconozco, admito mi ignorancia y ustedes la perdonen, no deja de estar vigente porque ahora católicos y protestantes no se maten entre sí, sino porque la Iglesia, la Mater Ecclesia (católica, luterana, calvinista, greco-ortodoxa, ortodoxa rusa, siromalabar, armenia,...) sigue rota y a incensariazo limpio en el mismo lugar en el que se celebra la Salvación. Porque la familia de Jesús (estos son mi madre y mis hermanos) ha olvidado los valores de Jesús: la acogida, el diálogo, el sentarse a la mesa de los pecadores, el a los pobres los tendréis siempre con vosotros, el a esta mujer se le ha perdonado mucho porque ha amado mucho, ha olvidado el perdón, ha olvidado lo que significa verdaderamente amor al prójimo. Gracias, Andrés, por esta pieza
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